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La Hora. "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy".

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viernes, 23 de diciembre de 2011

Y el Tonto fue feliz.



El Gordo quería ser Flaco a cualquier precio.
El Flaco soñaba con ponerse Cachas.
El Cachas, que era negro, quería ser Blanco.
El Blanco quería ser Rico.
El Rico quería ser Listo.
El Listo aspiraba a ser más Listo, pero se pasó de frenada y se quedó Tonto.
El Tonto tan solo tenía un único objetivo, ser Feliz, y al final lo consiguió.

A veces los presuntamente Tontos son los más Inteligentes.


Fran Álvarez. http://xurl.cl/1ryO


¡Feliz Navidad!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Sol y Nubes.



Dice el psicólogo y pedagogo Bernabé Tierno en su estupendo libro “Optimismo Vital”, que existen dos clases de personas, por un lado aquellas que transmiten energía positiva y que él llama Personas Medicina y las que son todo lo contrario, a las que el autor se refiere como Personas Tóxicas.
La denominación nos parece perfecta para calificar a los individuos que se encuentran en un grupo o en el otro.
Hay personas que están continuamente al Sol, que cargan la pila de su existencia con positividad permanente, con energía constructiva, están siempre al lado de la luz y rebosan optimismo por todos los poros de su piel. Viven siempre en el HOY, y no se dejan atormentar por los descalabros que han tenido en un pasado que ya no existe. Tampoco se preocupan en exceso de un incierto futuro que todavía no ha llegado y saben disfrutar del momento con lo poco o mucho que cada nuevo día les trae.
Las personas Soleadas, son las que saben tomar las riendas de su vida, se construyen a sí mismas, es decir, son los auténticos arquitectos de su existencia. Como vulgarmente se dice, transmiten buen rollo. Son amigables y saben animar a su entorno cuando la situación lo requiere, procurando mejorar el bienestar de aquellos que les rodean. Saben transformar sus experiencias desfavorables en lecciones provechosas para que les sirvan de permanente aprendizaje, y de esa forma no tropezar dos veces con la misma piedra, aunque es bien cierto, que este es un objetivo complicado que no siempre se consigue alcanzar, pues de sobra es conocido que el ser humano se golpea muchas veces con el mismo obstáculo, quizás demasiadas, antes de darse cuenta y asumir sus errores y torpezas.
La gente que vive al Sol, siempre está dispuesta a sumar, animar, crear y crecer.
Del otro lado tenemos a las personas que viven siempre debajo de la Nube, en esa especie de semioscuridad permanente, que solo ven el color gris, y eso, en el mejor de los casos, pues hay gente que desarrolla su vida casi de forma continua, envuelta en una especia de manto cuyo principal protagonista es el negro, para su desgracia y la de quienes conviven con ellos.
Los Nubosos a diferencia de los Soleados, transmiten de forma permanente energía negativa. Viven anclados en el NO y su existencia es un estado de frecuente malestar ya que se sienten desgraciados, se quejan continuamente de todo y se desenvuelven en una situación que se caracteriza la mayoría de las veces por la angustia y la frustración.
Los que tienen a las Nubes por techo, son personas que probablemente han dejado de controlar sus vidas, ya que la han puesto en manos de otros, ya sea por falta de personalidad, de iniciativa o de capacidad, e incluso por ser excesivamente cómodos. Lo que si está claro, es que no ejercen de albañiles a la hora de ir poco a poco, día tras día colocando los ladrillos del edificio de su vida.
Si se vive envuelto en lo negativo es más fácil que las tendencias de tipo destructivo aparezcan y quienes han hecho de su vida un terreno abonado al signo menos, tienen todas las papeletas para desarrollar situaciones conflictivas con las demás personas, en especial con las más cercanas a ellos e incluso consigo mismos.
La vida del lado de la Nube, es un ejercicio continuo de quitar y no añadir nunca. Siempre de restar.
Los pensamientos se vuelven oscuros como la propia existencia de quienes viven así.
Y al final nos damos cuenta de que tanto los unos como los otros, ya sean los que viven al lado de la claridad cobijados por el acogedor calor del Sol, como los que se refugian bajo la tristeza de tener siempre las Nubes por sombrero, solamente se diferencian en una cosa, que es su forma de pensar.

Nota.- Cuando hablamos de personas, las verdades absolutas no existen, y por eso hay también individuos que viven pasando continuamente de un lado a otro, unas veces están al Sol y otras debajo de las Nubes. Lo importante es que se den cuenta de que lugar les beneficia más, en que sitio son más felices y a partir de ahí sepan elegir con sabiduría, que en estos casos es una virtud fundamental para saber huir de lo que en verdad nos amarga la existencia y nos hace ser desgraciados.




“Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado” (BUDA)

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Mirar.




Cada cual inicia el día asomándose a la ventana de su existencia, decidiendo para donde quiere mirar y lo que quiere ver. Unos los hacen elevando sus ojos hacia el cielo, y lo ven azul, limpio y brillante, lleno de pájaros que silban alegres y vuelan libres, a su aire, sin que nadie les diga ni para donde han de ir, ni como deben de agitar sus alas. Hay otros sin embargo, que prefieren inclinar la cabeza hacia abajo, para ver el negro asfalto salpicado de baches y socavones, y la calle llena de suciedad, con un incesante trasiego de gente, que guiada por la rutina se mueve entre la confusión y el desencanto, mientras que la falta de entendimiento actúa sorprendentemente de semáforo regulador del trafico.
Arriba o abajo, cada uno es libre de elegir hacia donde quiere dirigir su mirada. Siempre se puede cambiar el lugar elegido, si lo que se ve no es del agrado del que mira, lamentablemente para ellos, los hay que continuamente miran para el mismo lado, a pesar de que ven de forma permanente lo que en realidad no les gusta, y esto les pasa, una y otra vez, pero como dice el refrán, quien por su gusto corre, jamás se cansa.


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jueves, 15 de diciembre de 2011

En la vida.



1) En la vida, si uno se considera una persona seria y responsable, siempre ha de hacer frente a las deudas (tanto materiales como morales) que genera. Lamentablemente, no siempre estamos en disposición de pagar hoy las facturas pendientes (ni unas ni otras), pero siempre, ha de tenerse la intención plena de satisfacer lo que se debe en el futuro, y cuanto antes mejor, siempre y cuando que la deuda no se pueda cancelar en el presente, que sería lo mejor, para ambas partes, por eso nos acordamos de aquello que dice que: Quien paga descansa, y quien cobra, más.

2) En la vida, ante cualquier responsabilidad que una persona ha de afrontar, el objetivo, es desempeñarla lo mejor que sea posible en función de su capacidad, dedicándole el mayor de los esfuerzos y utilizando al máximo los recursos disponibles que tenga a su alcance. Si pese a todo, el resultado obtenido en base al trabajo realizado no siempre es lo suficientemente positivo que esperamos, hay que pensar, que dejando a un lado los errores que uno haya podido cometer, son muchas las veces, que dependemos de una serie de circunstancias que no podemos controlar, por lo tanto es inútil matarse por conseguirlo, y también hay ocasiones que estamos supeditados a la acción de otras personas, con lo cual nuestro margen de maniobra queda bastante reducido. No obstante, si los resultados son desfavorables siempre es fundamental hacer examen de conciencia y admitir las equivocaciones propias para corregirlas en el futuro y en especial, no culpar a los demás de lo que nosotros hemos hecho mal.

3) En la vida, vemos muchas veces como la existencia humana se convierte en una gran obra de teatro representada sobre un majestuoso a la vez que efímero decorado de cartón-piedra, y en el que casi todos los personajes se esconden detrás de una careta, que impide conocer su verdadero rostro, incluso se podría añadir a lo dicho, que muchos de estos individuos son más falsos que un Rolex (Trolex) de esos que se venden en los mercadillos junto a los discos y películas del famoso Top-Manta.

Artículos Fran Álvarez: http://xurl.cl/1ryO




Año Cero





Hoy es el primer día del primer año de la vida de cualquier ser humano. Los años vividos hasta la fecha (muchos o pocos), han muerto, y por lo tanto, deben de estar enterrados o incinerados sus restos y esparcidos a los cuatro vientos.
Si el pasado de unos ha sido positivo, lo mejor es rezar en señal de recuerdo y agradecimiento, y despedirse, si por el contrario, para otros, el recuerdo del ayer solo aporta negatividad, quizás, una opción válida sería escupir sobre su tumba o al aire, si es que ésta no existe y olvidarse para siempre de lo ocurrido.
Tanto en un caso como en otro, podemos recordar el dicho católico (desconozco si es igual en otras creencias religiosas) de que en paz descansen (R.I.P) y a partir de aquí iniciar el Año Cero y seguir adelante.

El Líder del Equipo.










martes, 13 de diciembre de 2011

La realidad del tiempo presente.



Si hay algo verdaderamente demostrable en la vida del ser humano, es que, hay que vivir en el hoy, ya que es la única realidad que existe. El mañana, está aún por llegar, aunque si el presente que se vive, nos hace sentirnos excesivamente desgraciados, no es desde luego mal asunto, utilizar como terapia mental el deseo permanente de aguardar la llegada de un futuro agradable y bondadoso, para que disminuyan en lo posible nuestras preocupaciones actuales.
El pasado no existe, ha muerto y su cadáver está enterrado, sacarlo de la caja no es buena idea (a veces todavía huele demasiado mal), y mucho menos, cuando solo nos sirve para recordar las cosas negativas que han ocurrido a lo largo de nuestra existencia.
El presente, es el que cuenta, solo él, pero si hoy seguimos repitiendo de forma habitual lo que hicimos mal ayer, el tiempo actual se convierte en una permanente vuelta al pasado, en un continuo retorno a lo que ya sucedió, de tal forma que entramos en un circulo vicioso del que resulta muy complicado poder salir, aunque haya quienes pongan todo su empeño en lograrlo, pero muchas veces la huida resulta imposible. Nos hemos acostumbrado a mirar hacia atrás demasiadas veces y nos hemos quedado con el hábito, cuando en realidad hacia donde debemos de dirigir nuestra vista es siempre hacia adelante y sobre todo que nuestros ojos miren el ahora, no el antes, ni tampoco el después

Artículos Fran Álvarez: http://xurl.cl/1ryO



Luces y Sombras.





No es necesario extenderse demasiado, cuando hay algo que está absolutamente comprobado, y se sabe a ciencia cierta que es verdad. Para resumirlo, se podría de decir algo tan elemental, como que, las cosas buenas nos benefician y las malas nos perjudican. Unas y otras, no se puede controlar en su extensión, ya que las personas vivimos supeditadas a lo que nos depara el destino, lo que si es real, es que la actitud propia de cada individuo, lo predispone en un sentido o en otro.
En la existencia humana, hay muchos caminos por los cuales las personas pueden transitar, unos los hacen por decisión propia, que es lo ideal, y otros para su desgracia, no tienen la posibilidad de elegir (o no quieren hacerlo), y van por donde les mandan.
Sin embargo, al final todo se queda reducido a dos únicas direcciones, una que te lleva por el camino que conduce a la luz, y otra, que te arrastra hacia terrenos más sombríos, que irremediablemente conducen a la oscuridad.
Claro u Oscuro, esa es la elección, aunque no siempre el ser humano, tiene la capacidad y el acierto necesarios para tomar la decisión correcta, cuando tiene oportunidad real de hacerlo.
Luces: alegría, amabilidad, autoestima, adaptabilidad, autoconfianza, buen humor, creatividad, entusiasmo, ilusión, júbilo, motivación, optimismo, resiliencia, sentido del humor, superación …..
Sombras: ansiedad, aburrimiento, decepción, derrotismo, desmotivación, depresión, desconfianza, desilusión, estrés, frustración, hundimiento, ira, miedo, mal humor, odio, pesimismo, rabia, tristeza….
¿Y tú, qué camino eliges?



Twitter Fran Álvarez.






Pensando.






Pienso, que para estar preso, no hace falta vivir en una cárcel, y si no, que se lo pregunten a esa gran cantidad de individuos que permanecen encerrados tras los barrotes de su propia mente, desempeñando un doble y antagonista papel, ya que son a la vez prisioneros y carceleros de sí mismos, y muchos de ellos, a pesar de intentarlo con todas sus fuerzas, no son capaces de fugarse de su particular encierro.
Pienso, que es mejor desprenderse del pesado equipaje personal acumulado en el pasado, cuando es una carga tan enorme, que impide moverse con total libertad en el presente. Y lo realmente patético del caso, es que mucha gente no se da cuenta de ello, y arrastra año tras año ese peso absurdo, que además de hacer inútil el esfuerzo de llevarlo a la espalda, pues no vale absolutamente para nada, impide el desplazamiento libre, ágil y rápido en el momento actual, que es lo que de verdad importa.
Pienso, que en la vida, cuando se recorre un camino por primera vez, y se llega al final del mismo, es probable que en la mayoría de las ocasiones nos llevemos una decepción, ya que cuando hemos concluido el trayecto no encontramos lo que esperábamos (ni durante, ni al finalizar)
La conclusión, es que lo verdaderamente interesante las más de las veces, es volver (si se puede) a repetir el recorrido realizado, seguro que en el segundo viaje, descubrimos muchas cosas que provocarán nuestra atención, y que en el primer desplazamiento nos habían pasado totalmente desapercibidas. De tal forma que cuantas más veces repitamos el mismo camino, más y más descubrimientos iremos realizando. Es como mirar un cuadro, quizás la primera vez no nos diga nada, pero cuando se ha visto varias veces y nos hemos fijado con detenimiento en una serie de detalles, nos damos cuenta que existe una abismal diferencia entre el visionado inicial y el último que se ha realizado.

Facebook Fran Álvarez: https://www.facebook.com/FranAlvarezWriter



Existencia, Tradición y Futuro.








Decía no hace mucho tiempo el filósofo belga Marc Richir que el sentido de la existencia, la tradición y el futuro son los grandes problemas filosóficos de la actualidad.

No soy un experto conocedor de la filosofía moderna (ni de la antigua), y conozco sobre la materia, apenas lo poco que pude aprender (entender) en mis años de bachillerato en la asignatura correspondiente, y en alguna consulta posterior que a modo de curiosidad he realizado rebuscando en diferentes fuentes, por todo esto, no pretendo ni mucho menos, escribir aquí de filosofía, sería como mínimo un osado, pero a lo que si quiero referirme es a mi propia filosofía (aunque esta sea de batín y zapatillas, es decir de andar por casa) de las cosas y en concreto de los apartados anteriormente expuestos.

1) La Existencia: Un concepto tan amplio como complicado. Tan difícil de entender y más aún de explicar. Algo que a lo largo de los siglos, tantos y tantos hombres sabios han intentado descifrar y no han conseguido, pues la capa de misterio que rodea la existencia es tan profunda, que podemos taladrar y taladrar sobre ella, que nunca llegaremos a ver lo que de verdad se esconde en el fondo.
Muchas veces queremos protegernos ante el temor a lo desconocido que la propia existencia representa, y pretendemos ayudarnos con ese bálsamo suavizante que supone la religión, la fe, la creencia en un ser superior que dote de un verdadero sentido a nuestra vida, y que existir no sea solo eso, es decir, nacer, vivir y morir sin más, y ¿después que coño (con perdón) pasa?
Cuantas veces nos hemos comido el coco, dándole vueltas y más vueltas a la cabeza, preguntándonos todo lo que supone nuestra presencia en este planeta y los grandes misterios que la rodean. Probablemente, algunas mentes privilegiadas hayan llegado a conclusiones más o menos lógicas, con fundamento, pero la mayoría de los mortales (y yo me encuentro entre ellos), lo único que hemos conseguido es meternos en esa montaña rusa de la existencia, subimos y bajamos una y otra vez, y al final nos hemos exprimido tanto el cerebro pensando sobre lo que supone existir, que en un momento dado ya no sabemos si estamos en la cima de la cumbre o abajo, o si todo esto nos coge en medio de la subida o en pleno descenso.
La conclusión es que, lo que hay es lo que se puede ver, más allá de donde le lleven a cada uno, sus creencias particulares, ya sea por seguridad, convencimiento o tranquilidad.
Lo que si está claro es que existir es presente, es hoy por hoy, lo único real. Ayer ya fue, mañana Dios dirá (o Ala, Mahoma, Buda o Aladino y su lámpara, según cada caso).

2) La Tradición: Solo sirve cuando se ajusta a los tiempos, la que se queda desfasada, ya no vale. Lo eficaz, duradero y positivo de lo que sea, no viene determinado por ser algo que se lleva haciendo durante años y años, lo antiguo, si lo único que tiene es telarañas por el paso del tiempo, no nos sirve. Las tradiciones que hay que mantener son las que están en consonancia con los tiempos que vivimos, no las desfasadas, propias de otras épocas de la historia de la humanidad, y que en algunos casos han sido lamentables y crueles, fruto de mentes retorcidas y fanáticas, alejadas de cualquier tipo de sentimiento compasivo y de respeto por la vida humana.
¡No a la tradición por la tradición! lo moderno, no tiene que ser por sistema peor que lo tradicional, habrá que analizar detenidamente lo que es propio del presente y lo que no procede. Esperemos, por ejemplo, no volver ver tradiciones como las que se repetían hasta hace muy poco en algún pueblo, cuando tiraban a una cabra desde el campanario de la iglesia, para celebrar no se qué, salvaje costumbre y también podemos entrar en determinados comportamientos, por exponer casos concretos, de tipo tradicionalmente machista que afortunadamente hoy, en pleno siglo XXI están casi superados, y digo casi, por que todavía hay algunos impresentables, por llamarlos de alguna forma, que justifican eso de como soy hombre, le puedo ser infiel a mi mujer, pero si ella lo es conmigo, le doy una paliza (o la mato).

3) El Futuro: Probablemente, lo que voy a decir a continuación, no sea ninguna novedad, pero por si alguno no se ha dado cuenta, he de indicarle, que lamentablemente el futuro no existe. Y lo repito, solo existe hoy, ni ayer, ni mañana, tan solo hoy. Está muy bien eso de pensar en el día siguiente, de ser precavido, pero como el ser humano es egoísta por naturaleza, siempre quiere más, y no solo piensa en mañana, luego es en pasado mañana, y así sucesivamente, hasta que llega un momento que pierde la noción del tiempo, y se cree que va a vivir toda la vida.
A veces quedo sorprendido de como se comporta mucha gente en su vida, por que hace y dice cosas como si su fuera interminable su paso por la tierra. Esto lo puedo comprobar sobre todo en el avaro, en el egoísta, y en todos aquellos que quieren acumular cuantas más riquezas mejor. Esos que ven en el dinero solo un fin para ser cada vez más y más ricos, y no como un medio para vivir mejor, y poder conseguir cosas que les permitan tener una existencia más segura y agradable.
Está claro que todos queremos vivir el mayor numero posible de años, aunque el objetivo debería ser la calidad de esos años, por que existir por el mero hecho de hacerlo y a cualquier precio, creo que no tiene mucho sentido. Muchas personas han llevado una existencia tan desagradable y con tanto sufrimiento que vivir muchos años solo les ha traído más desgracia y dolor.
No obstante, vivir el presente, no quiere decir que no seamos optimistas de cara al futuro, pero siempre siendo conscientes que el objetivo en todo momento, es el ahora, y no el después, ya que si estamos muy pendientes de disfrutar el domingo, igual nos perdemos lo que hay el sábado, y también como dicen muchos expertos en cuestiones sobre el comportamiento humano, la felicidad no está al final del camino, sino durante el transcurso del mismo, por eso si pensamos tanto en mañana, igual nos pasa hoy sin enterarnos y nos estamos perdiendo algo realmente interesante.
La sabiduría del refrán siempre acertadamente aconseja, no dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy, es la mejor receta para existir y al mismo tiempo para saber aprovechar al máximo, esa cosa tan valiosa y tan irrecuperable cuando se pierde, que se llama tiempo.

Artículos Fran Álvarez: http://xurl.cl/1ryO







lunes, 5 de diciembre de 2011

Las buenas vibraciones.



¿A quién no le gusta estar alegre? y si la alegría se mantiene durante todo el día, mucho mejor.
Los psicólogos y otros especialistas que se preocupan de estudiar el comportamiento del ser humano, están totalmente de acuerdo en resaltar los enormes beneficios que las emociones positivas aportan a las personas en forma de eficaz terapia que eleva de manera considerable el grado de felicidad y potencia al máximo el optimismo.
Si hacemos referencia a la salud, son muchos los estudios que han demostrado su efecto preventivo ante las enfermedades de forma general, aportando un mayor grado de bienestar, produciendo unas bondades terapéuticas, que al final se traducen en el aumento considerable de las posibilidades de disfrutar de una vida mucho más saludable.
El pensamiento, también se ve reforzado cuando aparecen las emociones positivas, pues las imágenes que se ven en nuestro interior se caracterizan por el entusiasmo y las buenas vibraciones que experimenta una persona que trata de afrontar su existencia con una actitud optimista.
Igualmente el estado de ánimo, siempre está más predispuesto a momentos de buen rollo, por así decirlo, con la gente de nuestro entorno, y se manifiesta entre otros detalles, en que somos más afectuosos, estamos más tranquilos, y mentalmente nos encontramos también más motivados para afrontar nuevos proyectos y llevarlos a cabo de una forma entusiasta favoreciendo el desarrollo de nuestra imaginación y creatividad.
Por último, las personas que se apoyan de forma habitual en sus emociones positivas, tienen una mayor capacidad para superar las adversidades, ya que se hacen más resistentes a las circunstancias negativas que en un momento determinado, les puede tocar vivir, y esto es debido a que ser positivos, proporciona una mayor cantidad de recursos psicológicos que en forma de herramienta sanadora, se pueden utilizar en beneficio propio y también en el de otras personas cercanas e incluso ajenas.

Artículos Fran Álvarez: http://xurl.cl/1ryO

jueves, 12 de mayo de 2011

En construcción.




Muchas veces lo seres humanos afrontamos la vida de una forma pasiva, y estamos esperando con enorme y equivocada paciencia, que algo cambie para mejorar nuestra existencia, que se nos antoja muy poco atractiva.
En demasiadas ocasiones las personas se convierten en títeres de las circunstancias, y se dejan manejar de forma incomprensible por los hilos manipuladores de otros individuos, que se cuelan sigilosamente en sus vidas, ejerciendo una personalidad dominante y controladora, que se aprovecha de la debilidad propia de mentes fácilmente manipulables, caracterizadas sobre todo por una poca o nula fuerza de voluntad, y una muy baja autoestima.
El ser humano, ha de ser siempre dueño de sí mismo, y en base a esto, ha de construir de forma sólida y contundente su paso por este siempre misterioso y muchas veces incomprensible planeta llamado Tierra.
La tarea de construcción ha de ser permanente, y no se debe de delegar en otras personas para que lo hagan por uno.
Los objetos y los animales solamente pueden ser lo que son, sin embargo los humanos somos diferentes (desgraciadamente, y en comparación con los animales, muchas veces salimos peor parados, por las cosas tan absurdas y en ocasiones, crueles, que hacemos), podemos y debemos construirnos a nosotros mismos, y llevarlo a la práctica de la forma más positiva que nos sea posible.
Existen sin embargo, ciertas barreras con las que muchos tropiezan, y quizás, en demasiadas ocasiones, se convierten en montañas imposibles de escalar, aunque a este respecto, conviene decir, que muchas veces la imponente e inaccesible cima, intimida más cuando se piensa en ella, que cuando uno se calza las botas de escalada y comienza poco a poco, paso a paso a recortar distancias con el lejano objetivo.
En muchos momentos los tropiezos son fruto de las propias auto limitaciones, que las personas se empeñan en cargar a su espalda, incluso los más masoquistas, también se las cuelgan al cuello. El resultado, es que siempre que caminan, tienen que soportar esa pesada carga, como si tuvieran que llevar pegada a su cuerpo de forma permanente, una mochila repleta de piedras, y si esto no fuese suficiente, se cuelgan un lastre extra a modo de collar de hormigón.
No exageramos en lo que aquí exponemos, si tenemos en cuenta que los seres humanos, en algún momento de nuestras vidas nos movemos dominados por un convencimiento erróneo, de que no estamos capacitados para lograr determinadas metas que nos hemos propuesto, y nos vemos a nosotros mismos, como unos fracasados incapaces de alcanzar los objetivos que pretendemos conseguir. Por desgracia, son bastante las personas que tienen estos pensamientos negativos de forma permanente.
Si nos paramos a pensar detenidamente sobre nuestra forma de comportamiento, cosa que por otra parte, no hacemos casi nunca, ya que vivimos demasiado rápido y hay poco tiempo para pararse a reflexionar sobre nuestra propia existencia, nos daremos cuenta, que en demasiadas ocasiones las personas nos vemos lastradas por un concepto equivocado y absurdo que tenemos de nosotros mismos, de nuestra forma de ser, y que nos incapacita para crecer y avanzar en cualquier actividad que pretendamos llevar acabo.
Pensamos que somos de una determinada manera, y que no podemos cambiar por mucho que lo intentemos, ya que además, somos absolutamente conscientes, de que esa forma de ser nos perjudica. Pues bien, cualquiera puede cambiar para mejorar, pero, siempre que ese cambio sea una decisión fruto del propio convencimiento, pero nunca de la imposición de otras personas.
Cambiar por que otros te dicen que lo hagas, no es una opción para nada recomendable, sobre todo a partir de ciertas edades (no hablamos de niños y adolescentes, incluso jóvenes, que necesitan de forma permanente el consejo y orientación de padres y educadores).
Cada uno ha de tomar la decisión de modificar su comportamiento, cuando está completamente seguro de ello, ya que, ha llegado a la conclusión de que eso le va a beneficiar en su desarrollo personal.
Hay otras personas sin embargo, que abandonan su labor de construcción por que les resulta mucho más fácil acusar a otros de sus propios errores. Es muy cómodo eso de señalar siempre a los demás de los fallos cometidos, y crear una permanente actitud defensiva a modo de coraza, para de forma continua tener en todo momento una justificación y no reconocer las equivocaciones que uno comete a lo largo de su vida. Una frase que define muy bien esta circunstancia, es la expresión deportiva, que se refiere a eso de echar balones fuera.
También hay quienes, en una especie de invariable postura de brazos caídos, aluden continuamente, cual disco rayado, a la mala suerte, para justificar su apatía laboral en la edificación de su propia existencia.
Construir nuestra vida, no es tan sencillo. Levantar uno a uno los pisos del propio edificio, lleva su trabajo, y sobre todo hacerlo encima de una base sólida, que no se resquebraje ante el más pequeño golpe. Habrá días con frío y otros con sol, que van pasando y moviéndose alrededor de la estructura de nuestra obra, incluso algún que otro terremoto de mayor o menor intensidad, que agitará con determinada violencia las paredes de la casa, pero si la hemos construido correctamente, seguro que aguantará la sacudida, o al menos, las posibilidades de que el edificio se mantenga en pie, serán mayores, que otras construcciones hechas sobre suelos de arcilla y barro.
Viviremos multitud de circunstancias, unas veces desfavorables y otras que estarán de nuestro lado. Habrá tiempos de abundancia, y otros de estrechez, pero en todo momento el individuo debe de mantener bien sujetas, las riendas del caballo de su propia vida, y siempre pensando en positivo. Sumar, crecer y avanzar deben de ser las flechas que indiquen el camino a seguir.

(En esta vida es fácil morir, construir la vida es mucho más difícil. Vladimir Maiakovski)

Artículos Fran Álvarez.



Blog El Sendero de Julius.


miércoles, 13 de abril de 2011

Ayer, hoy y mañana.








No cabe duda alguna, que lo único real que existe en la vida del ser humano, es el presente, el hoy, ayer ya pasó, y mañana no llegó. No obstante, siempre que nuestras emociones se canalicen de forman positiva, podemos echarle una mirada de reojo al pasado o dirigir la vista a lo lejos para ver lo que el futuro nos puede deparar, con un enfoque real, pero siempre bajo la bandera del optimismo, ya que lo uno en absoluto está reñido con lo otro, y si así los hacemos, estamos nutriendo a nuestro cerebro con una alimentación sana, y no con comida basura, que es la que la que empleamos cuando abrazamos al muñeco de la negatividad.
Si centramos nuestras emociones, por ejemplo, en el mundo de la actividad física y el deporte, por que somos practicantes habituales de ejercicio en sus diversas formas (como es el caso de quien escribe), podríamos establecer el pasado y el futuro con el siguiente enfoque positivo en cada caso.


A) Emociones de Ayer: Aquí podríamos referirnos a la satisfacción de haber conseguido un objetivo personal, como puede ser, haberse recuperado de lesión después de muchos meses de inactividad, a base de constancia y sacrificio, trabajando en un determinado programa de recuperación.


B) Emociones de Mañana: En este caso, el ejemplo a aplicar, puede ser el de ese corredor que afronta su primera carrera de Maratón, esos 42 kms y pico, que el deportista se ha propuesto recorrer, y para los cuales se ha de preparar afrontando el reto con gran optimismo y enorme autoconfianza.
Nos queda por último, lo que estamos viviendo en el momento, el aquí y ahora. La realidad de la vida diaria. Lo que existe.


C) Emociones de Hoy: Aquí el enfoque podemos hacerlo sobre un deportista aficionado que todos los días se entrena por su cuenta, ya sea, correr, nadar o patinar, por citar algunos ejemplos, y afronta es trabajo físico diario con un gran entusiasmo y con la satisfacción que le produce hacer deporte, aunque esto suponga siempre un gran esfuerzo y sacrificio.
En definitiva, el objetivo, es canalizar las emociones siempre de forma positiva, tanto las que estamos viviendo en el momento, que son las más importantes obviamente, como las que hemos vivido y las que pueden venir, si las esperamos con una buena predisposición anímica, y para todas nos apoyamos en conceptos como satisfacción, optimismo, autoconfianza, entusiasmo, y muchos otros similares que pertenecen a la familia del vivir siempre en positivo.

Fran Álvarez

viernes, 25 de febrero de 2011

Lo que eres.



Hoy en día, es muy habitual encontrase con esa clase de personas, que de forma constante y cansina a veces, te dicen como tienes que ser, sin respetar para nada, como eres en realidad.
Existen individuos, por desgracia para aquellos que tengan que sufrirlos, que siempre tienen el deberías en sus labios, para a continuación añadirle, ir, volver, hacer, pensar, etc.
Resulta curioso comprobar los comportamientos de determinados individuos, con los que habitualmente hemos de convivir en esta moderna sociedad del sigo XXI, que siempre están más pendientes de los fallos de los demás, y sin embargo permanecen completamente ajenos a los suyos propios. Digamos, para definirlos de alguna manera, que son los sordos en el concierto de los errores, pues son incapaces de oír su propia melodía, en lo que a equivocaciones se refiere.
Si alguien tiene la mala suerte de tropezarse con ellos, el mejor consejo, que desde aquí podemos ofrecer, es utilizar al igual que ellos, el deberías, para añadir después ir a hacer puñetas, si bien ésta, es la versión más educada, también las hay mucho más rotundas según las necesidades de cada caso, aunque las obviaremos en este escrito para no romper la armonía del mismo con expresiones malsonantes, que sin duda alguna, ciertas personas se merecen escuchar, y de la forma más contundente posible.
Lo que uno es, depende de uno mismo, y si debe o no de cambiar, es también uno mismo el que toma la decisión, no los demás.
Si una persona decide libremente lo que quiere hacer, ya sea avanzar o quedarse en el mismo sitio donde se encuentra, nadie tiene que venir a decírselo, salvo que sea el propio interesado el que pida ayuda o consejo.
Tampoco resulta inteligente quedarse como uno es, si hay aspectos personales relacionados con el comportamiento, que se pueden mejorar, pero eso, es una decisión que los seres humanos deben de tomar de forma libre, nunca impuesta.
La mejor opción, es desde luego, convencernos a nosotros mismos, de dar siempre un paso adelante que nos aleje de esa lacra llamada ignorancia, y nos abra de par en par las puertas del conocimiento, paso previo a la sabiduría, que solo la vida y la experiencia de la propia existencia, pueden aportar a la raza humana, para salvarla en especial del temor a lo desconocido ( ya lo dijo el gran Charlie Chaplin, La vida es maravillosa si no se le tiene miedo), y le permita disfrutar más y mejor de su paso por el planeta Tierra, que como ya es conocido por todos, no es demasiado largo como para andar perdiendo el tiempo en tonterías y otros asuntos intrascendentes.
Pero al final, ¡siempre debe de ser uno el que decide, no otros!

Fran Álvarez.

miércoles, 23 de febrero de 2011

El Arquitecto.


Arquitectura vital.
Construir una vida.
Construir TU VIDA.
Ladrillo a ladrillo.
Peldaño tras peldaño.
Con el cemento de tus errores.
Con la paleta de tus aciertos.
Un piso.
Otro piso.
El edificio crece.
Siempre ganando altura.
No hay techo.
Imponente.
El límite son las estrellas.
Construir.
¡Siempre construir!
¡Siempre crear!
Tu cabaña.
Tu refugio.
Tu escondite.
Tu casa.
Tu vida.
¡Siempre, construye tu vida!
Tú eres el Arquitecto.
El único Arquitecto.
Tú diseñas los planos.
Tú diriges la obra.
Tú ejecutas la acción.
¡Siempre TU!
¡No dejes que otros construyan por ti!
Tu vida es tuya,
Solo tuya.
Y de nadie más.
Piensa sin miedo.
Imagina en libertad.
Crea con decisión.
Dale forma a tu espacio.
Inventa tu paraíso.
Corre libre por tu campo.
Tú.
¡Siempre TU!
Edifica tu existencia.
Forja tus cimientos.
¡ERES EL UNICO ARQUITECTO!
¡No cedas la propiedad de tus decisiones!
¡No admitas imposiciones de otros constructores!
¡No esperes a la eventualidad de la suerte!
La construcción de tu vida solo admite un único Arquitecto.

Fran Álvarez.

“Cada cual fabrica su destino, no tiene en ello parte alguna la fortuna”
(Miguel de Cervantes)

lunes, 7 de febrero de 2011

Decisión


Corta de una vez por todas las cuerdas que te atan a tus miedos.

Atrévete a cruzar la frontera del mundo donde ya no existen tus complejos.

Escapa de la cárcel de tus fracasos.

Rebélate contra el decreto de aquellos que quieren imponerte sus ideas.

Rompe las cadenas que arrastran el peso de tu pasado.

Huye de aquellos que tienen el pesimismo por bandera.

Y no te fíes nunca de los que quieren venderte una parcela en el paraíso.


Fran Álvarez.