El afamado psicólogo americano Wayne W.Dyer autor de libros de gran difusión tan conocidos como “Tus zonas erróneas” ó “Diez secretos para el éxito y la paz interior”, dice que el fracaso es sólo una ilusión y pienso realmente que está en lo cierto.
Veamos un ejemplo con el fútbol. Si un jugador durante un partido tira a puerta tratando de conseguir un gol pero el balón se va a la grada y por ese fallo no se logra ganar, se puede pensar que eso es un fracaso y más si el partido es de vital importancia, pero analizando las cosas con frialdad simplemente se podría decir que es un hecho que ha producido un resultado, no un fracaso.
Se puede fallar un gol a puerta vacía, pero por muy llamativo que haya sido ese fallo nunca se debe de analizar en términos de fracaso, por que eso siempre va a condicionar las acciones posteriores que se vayan a realizar . Siempre hay que volver a intentarlo de nuevo y olvidarse del error anterior.
Volviendo a Wayne W.Dyer, dice que el fracaso es solamente una valoración y una cuestión de opinión, por lo tanto y en concreto en el fútbol, y esto vale para jugadores y entrenadores, no nos dejemos llevar por las valoraciones que realicen los demás. Que nadie nos haga creer que hemos fracasado en algo cuando un fallo simplemente es el resultado de una acción que hemos realizado y que siempre tendremos la oportunidad de volver a ejecutar correctamente, otra cosa es la importancia que queramos darle.
En muchas ocasiones no son los demás y es uno mismo el que se predispone a lo que creemos que es un fracaso, por eso hay que evitar en todo momento esos pensamientos negativos que nos encaminan directamente a que las cosas salgan mal por que producen ansiedad y depresión y eso nos condiciona enormemente.
Es el ego en estos casos un mal aliado por que nos atemoriza la idea de que digan de uno que es un fracasado y esa vergüenza puede con nosotros por que nos provoca angustia sólo de pensar que uno no va a estar a la altura de las circunstancias y esto en el terreno deportivo se da continuamente.
Si tomamos como referencia a los futbolistas existen determinados pensamientos que llamaríamos irracionales que les acompañan antes de un partido y que se deberían de reemplazar por otros más positivos para evitar esa sensación de fracaso.
Antes del partido:
Ejemplo “A”: “Un futbolista quiere realizar un gran partido para que el entrenador quede satisfecho con su rendimiento, de lo contrario piensa que si su juego no ha sido lo suficientemente bueno, no va a volver a jugar de titular el próximo partido”.
Pensamiento +: “El futbolista piensa en jugar el partido lo mejor posible y si le salen las cosas mal siempre volverá a tener otra oportunidad de volver a jugar de titular y seguro que las cosas le saldrán mejor”.
Después del partido:
Ejemplo “B”. “El futbolista piensa que debería de haber entrenado mejor antes de jugar el partido, cree que ha hecho el ridículo, se lamenta de haberse esforzado poco en los entrenamientos y se siente culpable de la derrota de su equipo”.
Pensamiento +: “Voy a trabajar más y mejor en los entrenamientos para estar a tope en el próximo partido, se que lo puedo hacer mucho mejor y tanto las victorias como las derrotas son un trabajo de todo el equipo”.
Para terminar, me gustaría decir que es muy importante cuando se producen malos resultados ó se cometen errores que se juzguen siempre los hechos con frialdad y que se procuren eliminar términos absolutistas y drásticos que se suelen dar en el deporte como expresiones de “este es un partido a vida ó muerte” ó “nunca volveremos a tener otra oportunidad”, eso solamente sirve para añadir una dosis de presión “extra” que no beneficia en nada.
El afamado psicólogo americano Wayne W.Dyer autor de libros de gran difusión tan conocidos como “Tus zonas erróneas” ó “Diez secretos para el éxito y la paz interior”, dice que el fracaso es sólo una ilusión y pienso realmente que está en lo cierto.
Veamos un ejemplo con el fútbol. Si un jugador durante un partido tira a puerta tratando de conseguir un gol pero el balón se va a la grada y por ese fallo no se logra ganar, se puede pensar que eso es un fracaso y más si el partido es de vital importancia, pero analizando las cosas con frialdad simplemente se podría decir que es un hecho que ha producido un resultado, no un fracaso.
Se puede fallar un gol a puerta vacía, pero por muy llamativo que haya sido ese fallo nunca se debe de analizar en términos de fracaso, por que eso siempre va a condicionar las acciones posteriores que se vayan a realizar . Siempre hay que volver a intentarlo de nuevo y olvidarse del error anterior.
Volviendo a Wayne W.Dyer, dice que el fracaso es solamente una valoración y una cuestión de opinión, por lo tanto y en concreto en el fútbol, y esto vale para jugadores y entrenadores, no nos dejemos llevar por las valoraciones que realicen los demás. Que nadie nos haga creer que hemos fracasado en algo cuando un fallo simplemente es el resultado de una acción que hemos realizado y que siempre tendremos la oportunidad de volver a ejecutar correctamente, otra cosa es la importancia que queramos darle.
En muchas ocasiones no son los demás y es uno mismo el que se predispone a lo que creemos que es un fracaso, por eso hay que evitar en todo momento esos pensamientos negativos que nos encaminan directamente a que las cosas salgan mal por que producen ansiedad y depresión y eso nos condiciona enormemente.
Es el ego en estos casos un mal aliado por que nos atemoriza la idea de que digan de uno que es un fracasado y esa vergüenza puede con nosotros por que nos provoca angustia sólo de pensar que uno no va a estar a la altura de las circunstancias y esto en el terreno deportivo se da continuamente.
Si tomamos como referencia a los futbolistas existen determinados pensamientos que llamaríamos irracionales que les acompañan antes de un partido y que se deberían de reemplazar por otros más positivos para evitar esa sensación de fracaso.
Antes del partido:
Ejemplo “A”: “Un futbolista quiere realizar un gran partido para que el entrenador quede satisfecho con su rendimiento, de lo contrario piensa que si su juego no ha sido lo suficientemente bueno, no va a volver a jugar de titular el próximo partido”.
Pensamiento +: “El futbolista piensa en jugar el partido lo mejor posible y si le salen las cosas mal siempre volverá a tener otra oportunidad de volver a jugar de titular y seguro que las cosas le saldrán mejor”.
Después del partido:
Ejemplo “B”. “El futbolista piensa que debería de haber entrenado mejor antes de jugar el partido, cree que ha hecho el ridículo, se lamenta de haberse esforzado poco en los entrenamientos y se siente culpable de la derrota de su equipo”.
Pensamiento +: “Voy a trabajar más y mejor en los entrenamientos para estar a tope en el próximo partido, se que lo puedo hacer mucho mejor y tanto las victorias como las derrotas son un trabajo de todo el equipo”.
Para terminar, me gustaría decir que es muy importante cuando se producen malos resultados ó se cometen errores que se juzguen siempre los hechos con frialdad y que se procuren eliminar términos absolutistas y drásticos que se suelen dar en el deporte como expresiones de “este es un partido a vida ó muerte” ó “nunca volveremos a tener otra oportunidad”, eso solamente sirve para añadir una dosis de presión “extra” que no beneficia en nada.
El afamado psicólogo americano Wayne W.Dyer autor de libros de gran difusión tan conocidos como “Tus zonas erróneas” ó “Diez secretos para el éxito y la paz interior”, dice que el fracaso es sólo una ilusión y pienso realmente que está en lo cierto.
Veamos un ejemplo con el fútbol. Si un jugador durante un partido tira a puerta tratando de conseguir un gol pero el balón se va a la grada y por ese fallo no se logra ganar, se puede pensar que eso es un fracaso y más si el partido es de vital importancia, pero analizando las cosas con frialdad simplemente se podría decir que es un hecho que ha producido un resultado, no un fracaso.
Se puede fallar un gol a puerta vacía, pero por muy llamativo que haya sido ese fallo nunca se debe de analizar en términos de fracaso, por que eso siempre va a condicionar las acciones posteriores que se vayan a realizar . Siempre hay que volver a intentarlo de nuevo y olvidarse del error anterior.
Volviendo a Wayne W.Dyer, dice que el fracaso es solamente una valoración y una cuestión de opinión, por lo tanto y en concreto en el fútbol, y esto vale para jugadores y entrenadores, no nos dejemos llevar por las valoraciones que realicen los demás. Que nadie nos haga creer que hemos fracasado en algo cuando un fallo simplemente es el resultado de una acción que hemos realizado y que siempre tendremos la oportunidad de volver a ejecutar correctamente, otra cosa es la importancia que queramos darle.
En muchas ocasiones no son los demás y es uno mismo el que se predispone a lo que creemos que es un fracaso, por eso hay que evitar en todo momento esos pensamientos negativos que nos encaminan directamente a que las cosas salgan mal por que producen ansiedad y depresión y eso nos condiciona enormemente.
Es el ego en estos casos un mal aliado por que nos atemoriza la idea de que digan de uno que es un fracasado y esa vergüenza puede con nosotros por que nos provoca angustia sólo de pensar que uno no va a estar a la altura de las circunstancias y esto en el terreno deportivo se da continuamente.
Si tomamos como referencia a los futbolistas existen determinados pensamientos que llamaríamos irracionales que les acompañan antes de un partido y que se deberían de reemplazar por otros más positivos para evitar esa sensación de fracaso.
Antes del partido:
Ejemplo “A”: “Un futbolista quiere realizar un gran partido para que el entrenador quede satisfecho con su rendimiento, de lo contrario piensa que si su juego no ha sido lo suficientemente bueno, no va a volver a jugar de titular el próximo partido”.
Pensamiento +: “El futbolista piensa en jugar el partido lo mejor posible y si le salen las cosas mal siempre volverá a tener otra oportunidad de volver a jugar de titular y seguro que las cosas le saldrán mejor”.
Después del partido:
Ejemplo “B”. “El futbolista piensa que debería de haber entrenado mejor antes de jugar el partido, cree que ha hecho el ridículo, se lamenta de haberse esforzado poco en los entrenamientos y se siente culpable de la derrota de su equipo”.
Pensamiento +: “Voy a trabajar más y mejor en los entrenamientos para estar a tope en el próximo partido, se que lo puedo hacer mucho mejor y tanto las victorias como las derrotas son un trabajo de todo el equipo”.
Para terminar, me gustaría decir que es muy importante cuando se producen malos resultados ó se cometen errores que se juzguen siempre los hechos con frialdad y que se procuren eliminar términos absolutistas y drásticos que se suelen dar en el deporte como expresiones de “este es un partido a vida ó muerte” ó “nunca volveremos a tener otra oportunidad”, eso solamente sirve para añadir una dosis de presión “extra” que no beneficia en nada.
Fran Álvarez.